Calles para caminar por una historia milenaria
Al sumergirte en las calles de los pueblos andevaleños encontrarás a alguien que camina con la cadencia de quien se percibe como parte de una historia milenaria.
Pesa el caminar, pero el paso es firme. De repente, una parada en cualquier esquina para saludar. Al fresco, permanecen sentadas varias personas que han colocado sus sillas bajo la sombra de un árbol. Mantienen la mirada fija en un paisaje que mide en gamas de colores el cambio de estaciones. El transeúnte no se siente extraño y se integra en la conversación mientras aproxima su Leica al rostro para inmortalizar el momento. Suenan las campanas de la iglesia. Un gato atraviesa la escena con caminar armonioso hasta saltar la tapia de alguna casa encalada.
UnA HISTORIA ANCESTRAL
La presencia ancestral e inmemorial del ser humano en estas tierras, así como su situación fronteriza, que ha fraguado una historia de intercambios no sólo comerciales, sino de experiencias y formas de vida, ha ido dejando su legado en un diverso y rico patrimonio material.
El Andévalo está salpicado por castillos, torres vigía y fortificaciones defensivas. Igualmente, por antiguos molinos de viento o de agua, que muestran un patrimonio industrial ligado a las tradicionales actividades agropecuarias. Se nos presenta jalonado por majestuosas iglesias y bellísimas ermitas ligadas a su religiosidad y entrelazado mediante vías y calzadas por las que transitaron diversos pueblos en la antigüedad. Lo han cruzado ferrocarriles mineros en épocas más recientes.
Por otro lado, los múltiples yacimientos arqueológicos encontrados, con presencia de abundantes variantes arquitectónicas, tales como dólmenes, sepulcros y galerías, prueban que los primeros pobladores de la península ya eligieron esta tierra para vivir y extraer sus riquezas.
Pero no todo el patrimonio de esta comarca se circunscribe al pasado. Los municipios de El Andévalo han sabido llegar al presente conservando en muchos casos una tipología urbana de casas encaladas y calles empedradas que conviven con modernas expresiones de arquitectura civil.
Los pueblos andevaleños representan un bellísimo destino por el que pasear mientras descubrimos y experimentamos la riqueza patrimonial y cultural que nos ofrecen.